La temperatura en un Centro de Datos

 



La temperatura es un factor crítico en el funcionamiento de un centro de datos. La temperatura adecuada puede mejorar la eficiencia energética, reducir los costos y aumentar la vida útil de los componentes. Según las mejores prácticas, el rango de temperatura permitido para un Data Center oscila entre los 18 °C y 27 °C. El rango óptimo se encuentra entre 21 °C y 23 °C.

Mantener una temperatura estable y adecuada es clave para todo centro de datos. Los servidores de alta densidad, diseñados para un procesamiento muy elevado, producen una gran cantidad de calor, por lo que normalmente las salas con servidores deben tener una temperatura menor que la recomendada. Trabajar a temperaturas elevadas reduce la fiabilidad y durabilidad de los componentes y puede producir fallos y apagones.

En un estudio realizado por analistas de Gartner, concluyó que un data center que ha sufrido un apagón pierde unos "5,600 $ cada minuto". Por lo tanto, mantener una temperatura adecuada es crucial para evitar interrupciones costosas.

Además, la humedad también es un factor importante a considerar. El rango de humedad relativa permitido para un Data Center oscila entre el 20% y 80%. La humedad excesiva puede causar corrosión y cortocircuitos, mientras que la humedad insuficiente puede provocar descargas electrostáticas y dañar los componentes electrónicos. Utiilizar como guia las recomendaciones ASHRAE TC 9.9 que estabece los limites temperatura y humedad de acuerdo a la clasificación del equipamiento.

Existen varias soluciones para mantener una temperatura adecuada en un centro de datos. Una solución común es el uso de sistemas de enfriamiento, como aire acondicionado de precision con control de temperatura y humedad por expasión directa. Para potencias mayores ya conviene utilizar equipos de climatizacion con chillers y dependiendo de la localización alernativas de Free Cooling. Otra solución es el uso de tecnología de enfriamiento líquido donde se sumerge directamente los procesadores o todo el equipo en liquidos no conductores eliminando de manera efectiva todas las fuentes de calor, pudiendo ser más eficiente energéticamente que los sistemas de enfriamiento tradicionales. Además, algunos centros de datos utilizan fuentes de energía renovable, como la energía solar y eólica, para reducir su huella de carbono.

Mantener una temperatura adecuada en un centro de datos es un desafío crítico. El calor es un enemigo común de los centros de datos, y el sobrecalentamiento de los equipos, procesadores o cualquier otro componente podría terminar provocando fallas en el sistema y pérdida de datos. Además, trabajar a temperaturas elevadas reduce la fiabilidad y durabilidad de los componentes y puede producir fallos y apagones.

 Mantener el centro de datos con una temperatura óptima puede ser un esfuerzo altamente costoso y que puede tener como consecuencia un altísimo consumo de energía. Los sistemas de aire acondicionado estándar pueden representar hasta el 40% del consumo total de energía del centro de datos. Por otro lado, existe otro gran riesgo cuando se trata de la refrigeración del centro de datos: si la temperatura y la humedad aumentan, se puede formar condensación dentro del equipo de TI y causar daños importantes, un tiempo de inactividad significativo, altos costos de reparación. Por otra parte los altos niveles de humedad transforma el polvo que se acumula en los circuitos en conductor aumentando la probabilidad de falla del hardware. Es importante mantener la limpieza del Data Center en un nivel ISO 8 de acuerdo al standard ISO 14644.

En el año 2018 Microsoft sumergió un Data Center en el norte del Reino Unido para experimentar el enfriamiento y consumo de energía en esas condiciones en el denominado Proyecto Natik. El Data Center armado en un tanque sumergible contenía 855 servidores y ue sumergido a 35 metros de profundidad. Durante los siguientes dos años, los miembros del equipo de Microsoft probaron y monitorearon el desempeño y confiabilidad de los servidores del centro de datos. 

En el verano de 2020 especialistas marinos retiraron del fondo marino de las Islas Orkney de Escocia un centro de datos del tamaño de un contenedor de transporte marino, cubierto de algas, percebes y anémonas de mar.


El equipo tenía la hipótesis de que un contenedor sellado, en el fondo del océano, podía brindar maneras de mejorar la confiabilidad general de los centros de datos. En tierra, la corrosión por parte del oxígeno y la humedad, las fluctuaciones y baches de temperatura, así como las sacudidas por parte de las personas que reemplazan componentes rotos, son todas variables que pueden contribuir a las fallas del equipo.

El Projecto Natick ha mostrado que los centros de datos pueden ser operados y mantenidos frescos sin tener que aprovechar recursos de agua dulce, que son vitales para las personas, la agricultura y la vida silvestre. Demostró que la idea era viableble con beneficios en el consumo de energía de refrigeracion y a su vez mininimizaba los errores humanos.

Para mantener una temperatura adecuada en un centro de datos, es importante elegir las soluciones de enfriamiento adecuadas para cada una de las instalaciones, teniendo en cuenta factores como el tamaño del centro de datos y la densidad de potencia del centro de datos. Algunas estrategias para reducir el PUE (Power Usage Effectiveness) también incluyen el uso de tecnologías de enfriamiento más eficientes, y hasta la virtualización de servidores.

Fuente: varias, Microsoft


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